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¿Es la cuña directa un ejercicio solo para principiantes?

La cuña directa es el primer sistema de frenado que se utiliza en el mundo del esquí.

Cualquier persona que se quiere adentrar en el mundo de la técnica del esquí alpino o que ya lo ha comenzado, sabe que la cuña es el primer paso importante para poder descender por una pendiente de manera controlada.

Es una posición simétrica del esquiador a la cual se accede partiendo desde la posición básica y en la que se mantienen las flexiones de tobillos, rodillas y caderas, dejando los brazos ligeramente separos del cuerpo y con la mirada hacia adelante. Se debe de realizar una ligera rotación de nuestras piernas hacia el interior, repartiendo las fuerzas por igual y tratando de conseguir que las colas de nuestros esquís permanezcan separadas y las espátulas juntas sin llegar a tocarse la una con la otra formando un ángulo con los esquís, los cuales permanecerán en contacto con la nieve a través de los cantos interiores respecto al esquiador.

La fricción que ofrecen los cantos sobre la nieve, es la primera forma de control de la velocidad para pistas de poca pendiente. Otros factores importantes para este control de la velocidad serán el tamaño del ángulo que formémoos con nuestros esquís y la inclinación hacia el interior de los mismos, ofreciendo más o menos resistencia, controlaremos la velocidad o podremos realizar una cuña más deslizada.

Cuando se comienza en el mundo del esquí y realizamos nuestros primeros deslizamientos la gran mayoría de los esquiadores noveles quieren llegar al paralélelo lo antes posible sin caer en los detalles de lo contraproducente que esto puede ser para nuestra futura progresión. No se suele trabajar la poción de la cuña con determinación y no es común ver esquiadores noveles con un buen control de la cuña antes de pasar a los cambios de dirección.

La cuña directa como ejercicio terminado de la base del plan de enseñanza es uno de esos ejercicios que ya usaremos durante todos los días en nuestra vida de esquiadores, al principio es el paso indispensable entes de pasar a los cambios de dirección de hay la importancia de ejecutarla con soltura y en diferentes tipos de nieves y pendientes, pero desde el primer día que aprendamos a realizarla ya nunca dejaremos de hacerlo como un recurso indispensable para nuestro día a día encima de unos esquís. La usaremos en infinidad de situaciones, en la gran mayoría de ellas de manera inconsciente, pero si pensamos en una jornada de esquí normal, son muchas las veces que hemos recurrido a la cuña a lo largo de la jornada.

La cuña directa no es solo para iniciación.

Como ya os he comentado con anterioridad cada día utilizamos la cuña como recurso en infinidad de situaciones, para acceder a un remonte, para iniciar una bajada, para reducir la velocidad sin dejar de llevar los esquís hacia la linea de máxima pendiente y un largo etc. Pero en muy pocas ocasiones nos paramos a pensar que la cuña es un ejercicio que nos puede aportar muchos beneficios en nuestra posición como esquiadores.

Trabajar la cuña directa con ejercicios correctores o en diferentes tipos de nieve o pendientes nos ayuda a tener mejoras sustanciales en la colocación como esquiadores encima de los esquís, a comprender y sentir la importancia de la flexiona del tobillo de las rodillas, a ser conscientes de la posición de nuestros brazos a la hora de esquiar, de comprender la importancia de la colocación de nuestras caderas o simplemente a entender que por intentar transmitir más presiones a nuestros esquís lo que consigo es restar si lo que hago son posiciones de bloqueo con el tren superior que no me dejan espacio para generar movimientos eficaces.

El trabajo de la cuña directa de manera especifica tiene por lo tanto un numero elevado de beneficios para mejorar a esquiadores avanzados y por lo tanto no es un ejercicio solo para la iniciación que debemos de olvidar, es un ejercicio que por lo contrario debemos de practicar con frecuencia si queremos seguir nuestra progresión como esquiadores.

Algunos ejercicios para trabajar la cuña.

  • Trabajo de posición en cuña directa.
  • Cuña grande, cuña pequeña.
  • Cuña en diferentes pendientes.
  • Cuña con meta.
  • Cuña con bastones invertidos.
  • Cuña con bastones en bandeja, sueltos encima de las muñecas.
  • Cuña con ejercicios sin bastones: manos en las rodillas, al frente, en la cadera, etc.

Un gran numero de deportistas de alto rendimiento utilizan la técnica de base para mejorar sus posiciones, lograr una mayor sensibilidad o entender conceptos básicos a velocidades reducidas para luego poder aplicarlos en virajes perfeccionados o en la propia competición. Todo esto nos demuestra que la técnica de base es fundamental trabajarla para seguir progresando y conseguir acercarnos a nuestros objetivos. Sin objetivos no hay buena progresión y sin planificación difícil llegar a nuestros objetivos.

Y ahora a disfrutar de la nieve, que nunca esta de oferta!!!!

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