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Giros en cuña.

Primeros cambios de dirección.

Los giros en cuña nos permiten desplazarnos por algunas de las pistas balizadas de las estaciones de esquí.

Definición.

Partiendo de la posición de cuña directa, se provoca una mayor extensión de la pierna contraria al giro y una mayor flexión de la interior. Se debe de realizar a su vez, un movimiento de rotación de la pierna exterior a nivel del fémur, para conseguir que el esquí de esa pierna trabaje sobre el canto y le de dirección, la pierna interior, por el contrario, al aumentar su flexión, debe provocar que el esquí de esta quede, más plano, facilitando el giro. Ya no es una posición simétrica, lo cual provoca cambios importantes en las actitudes del esquiador. La más marcada es el movimiento de las piernas alternativo, simultaneo, es decir; las dos piernas trabajan a la vez, pero mientras una extiende, la otra flexiona. Este movimiento de las piernas se aprecia prácticamente en todos los virajes del esquí alpino. De ahí que conseguir una buena ejecución técnica de los giros en cuña sea importantísimo para mejorar.

Giro en cuña.

Los giros en cuña, son el primer y más sencillo cambio de dirección que aprende un esquiador. A lo largo de la historia del esquí moderno, se han utilizado diferentes formas de ejecutar este ejercicio. La forma tradicional con carga lateral del cuerpo hacia el exterior del giro y la actualmente utilizada que se le puede denominar forma técnica, basada en el trabajo alternativo, simultáneo de las piernas. Existen otras formas de realizar los giros en cuña, pero estas van más enfocadas a trabajos específicos de competición o a niveles muy avanzados para mejorar posiciones, ángulos de canteo, etc. Incluso existe la posibilidad de realizar una combinación de ambas, algo que es muy común ver en los más pequeños de forma natural e intuitiva, lo cual les permite esquiar por prácticamente cualquier pendiente.

Hoy nos centramos en la forma técnica ya que en la actualidad es la que más sentido tiene, debido al tipo de fabricación de los esquís y la que más se asemeja en cuanto a movimientos referente a los virajes evolucionados.

Cuando nos iniciamos en el esquí, todo el mundo quiere llegar de la manera más rápida al paralelo, es como un estandarte que luego les cuentas a los amigos en las charlas «yo esquío en paralelo» en multitud, por no decir en la gran mayoría de los casos, sobretodo cuando se aprende a esquiar de forma autómata, se tiene demasiada prisa por acceder al paralelo, convirtiéndose en algo más perjudicial que beneficioso.

Asentar bien los movimientos de ejecución de los giros en cuña y en gran variedad de pistas, de pendientes e incluso a diferentes velocidades, nos va a permitir acceder al paralelo de una manera mucho más natural, teniendo como gran beneficio que la progresión como esquiador sea fluida, dinámica y eficaz.

Análisis de los movimientos correctos.

Como ya hemos comentado anteriormente en la definición, partimos de una cuña directa en la linea de la máxima pendiente, rompemos la simetría de las piernas mediante una mayor extension de la pierna contraria al giro. Esto nos provoca una mayor inclinación del cuerpo hacia el interior de dicho giro y por consiguiente un mayor canteo del esquí. Dicha inclinación se debe de producir de una forma natural y nunca ser el esquiador el que la provoque. La posición convergente de los esquís que conseguiremos gracias a una ligera rotación de la pierna a su vez que extiende, junto con el aumento de la toma de cantos, ofrecen una resistencia respecto a la nieve y a la pendiente que nos provoca el cambio de dirección. Mientras la pierna exterior al giro extiende, la interior aumenta su flexión, permitiendo que el esquí interior permanezca con menor toma de cantos e incluso plano, facilitando el cambio de dirección. La parte superior del cuerpo debe de permanecer compacta pero sin excesivas tensiones, los brazos ligeramente separados y con la mirada al frente.

Inclinación provocada por la extensión de la pierna.

Para poder enlazar varios giros en cuña, solo tendremos que dejar de ejercer la fuerza en la pierna exterior y mientras esta va flexionando, permitir que la futura pierna exterior empiece a extender, pasando por un momento en el que las flexiones de las piernas se igualan y permitiendo que se efectúe el cambio de fuerzas. Se le debe de prestar atención a la parte superior del cuerpo para no caer en el error de que los hombros y las caderas acompañen en exceso respecto a la dirección del giro, lo cual nos complicaría el encadenamiento de los cambios de dirección.

Errores comunes.

Como suele ocurrir y en este caso no iba a ser diferente, ponerlo en practica nos puede provocar una serie de carencias técnicas que nos impidan ejecutar el ejercicio de manera correcta técnicamente hablando.

Existen por lo general una serie de errores que suelen ser los causantes de dichas carencias y que os voy a tratar de explicar para qué tanto los que se inician en el esquí, como todos aquellos que pretendéis enseñar a alguien tengáis presentes.

Separación de las espátulas.

Puede estar causada por varios motivos, pero los más comunes son la falta de rotación de la pierna que extiende o una posición retrasada. Me refiero a posición retrasada con toda aquella posición en la que nuestro centro de masas cae por detrás de nuestros pies, algo muy común y no solo a niveles de iniciación ya que al fin y al cabo se esquía sobre un plano inclinado y es muy fácil caer en este error al no saber compensar esa inclinación. Por mucho que nos esmeremos en extender la pierna, si no mantenemos una convergencia de nuestros esquís, no podremos realizar un ángulo de canteo suficiente como para ofrecer la suficiente resistencia sobre la nieve para que esta nos provoque el cambio de dirección y algo muy similar ocurre si la cadera esta situada por detrás de nuestros pies ya que no nos permitirá mantener dicha convergencia al tener toda nuestra carga en la parte trasera de nuestros esquís.

Errores comunes.
Exceso de inclinación.

El exceso de inclinación del cuerpo hacia el interior del giro es posiblemente el error más común en los esquiadores de iniciación, muchas veces por la propia precaución ante una caída ya que parece que la caída va a ser más pequeña, otras muchas por miedo a enfrentarse a algo nuevo, sea por la cuestión que sea, este error, impide que el esquí exterior y el que debería de mandar en el cambio de direccion pueda trabajar de la manera correcta, impidiendo por completo efectuar el giro ya que todo el peso del cuerpo recae sobre la pierna interior.

Exceso de rotación.

Otro de los errores más comunes, suele ser el exceso de rotación de las caderas o de los hombros en el sentido del giro, lo cual suele terminar con un conflicto entre la parte inferior del cuerpo y la superior, impidiendo que se puedan realizar los cambios de dirección sin ser capaces de sacar los esquís de la linea de la máxima pendiente.

Dicho exceso de rotación provoca un desencadenamiento de carencias que nos impiden realizar los giros con fluidez e incluso en ocasiones provoca que solo se pueda realizar el giro hacia un solo lado. Al igual que ocurre cuando la cadera cae por detrás de nuestros pies, el realizar un exceso de rotación, provoca que nuestra parte exterior del cuerpo acompañe en exceso la dirección del giro rompiendo la convergencia de los esquís y lo que es peor, nos imposibilita para poder comenzar el siguiente cambio de dirección, ya que las colas de los esquís en ocasiones quedan por debajo de las espátulas respecto a la pendiente, causa de muchas de las caídas de los que se inician en el esquí.

Mientras mantenemos la cadera encima de nuestros pies, esquiar es relativamente sencillo, pero si lo que intentamos es generar los cambios de dirección desde la parte superior de nuestro cuerpo todo se complica. En la mayoría de las ocasiones es por querer realizar dichos giros con excesiva rapidez y no prestando la debida atención a nuestros pies que realmente son los que están más cerca de la nieve.

Al igual que con cualquier otro de los ejercicios del plan de enseñanza, todo tiene que realizarse mediante una progresión y en este caso dicha progresión tiene sus comienzos en la cuña directa, de ahí la importancia de no pasar al siguiente ejercicio sin ser capaces de realizar el anterior de manera eficaz.

Ejercicios para acceder a los giros en cuña de manera correcta.

  • Extensiones de las piernas, de forma alternativa.
  • Cuatro extensiones de una misma pierna a un lado y luego al otro.
  • Tres extensiones de una misma pierna a un lado y luego al otro.
  • Dos extensiones de una misma pierna a un lado y luego al otro.
  • Con una sola extensión, producir el giro a un lado y luego al otro.
  • Enlazar varios giros en cuña.
  • Giros en cuña con diferentes radios.
  • Giros en cuña a diferentes velocidades.
  • Giros en cuña en diferentes pendientes.
  • Cualquier variación de los giros en cuña que ayuden a mejorar el trabajo alternativo de las piernas, la posición del tronco, con bastones o sin bastones, siempre que sean eficaces y mejoren aspectos técnicos.

Y con todo esto, espero que tanto a los que os iniciáis o pretendéis hacerlo como los que ya sois expertos en la materia, haya podido aportar mi granito de arena para ver mejores esquiadores por nuestras montañas.

Recordar que si alguien tiene algún tema que le gustaría tratar en particular o inquietudes por seguir aprendiendo, solo tenéis que poneros en contacto rellenando el formulario adjunto.

Y ahora a disfrutar que ya sabéis qué la nieve nunca esta de oferta!!!!!