Rodrigo en Respomuso.

Cada vez es más corriente ver por las estaciones de esquí a auténticos Galgos acumulando grandes desniveles positivos en muy poco espacio de tiempo ¿cuántos de ellos son capaces de afrontar los descensos con la misma velocidad y seguridad?

En la actualidad muchos de los amantes de deportes como el trail running o el ciclismo, en la época invernal se han aficionado a practicar el esquí de travesía para mejorar su condición física y preparar las temporadas de sus deportes cambiando de rutina.

La gran mayoría de estos deportistas, suben como Galgos, pero muchos de ellos bajan como San Bernardos, sin llegar a ser conscientes de lo que ello puede conllevar para la futura practica de sus deportes preferidos.

El plan de enseñanza del esquí alpino desde su base, sigue una progresión al igual que ocurre en muchos otros deportes, de fácil a difícil y de lo conocido a lo desconocido para que se vaya adquiriendo el nivel necesario de una manera lógica y lo más segura posible. Dicho plan de enseñanza va formando una pirámide que progresivamente se va acercando al máximo nivel de la técnica del esquí alpino, alcanzada por un numero muy reducido de deportistas pero esto no quita para que muchos otros aunque en escalones técnicamente hablando inferiores, adquieran una técnica más que suficiente para disfrutar de este precioso deporte, independientemente del tipo de nieve, terreno o climatología se encuentren. Desde la posición básica del esquiador hasta los virajes más perfeccionados se van pasando por una serie de ejercicios que resultan indispensables para lograr nuestro objetivo. Cualquier esquiador necesita de esta progresión para disfrutar al máximo y ya es cuestión de cada uno hasta donde quiere o pretende llegar.

A todo lo anteriormente descrito hay que añadir que del material especifico de pista, respecto a el material especifico de montaña hay muchas diferencias, la gran mayoría de los modelos y cuanto más nos centremos en las gamas altas, más marcadas son estas diferencias, de ahí que para poder hacer una transición correcta del esquí alpino, al esquí de montaña, de una manera dinámica y segura sea conveniente trabajar primero en pistas tratadas, para posteriormente ir a las nieves no tratadas. Si que es cierto que dada vez más, en la actualidad todas las marcas nos ofrecen gamas tanto de esquís como de fijaciones y botas, más polivalentes para cualquier tipo de nieve o de terreno, pero hay que estar bien asesorados por profesionales del sector si no queremos meter la pata o arrepentirnos el primer día que estrenemos nuestro flamante material.

Por desgracia, al igual que ocurre en infinidad de ocasiones con el mundo de la montaña, una gran cantidad de personas, prefieren aventurarse a ser autodidactas del deporte o en el mejor de los casos con un buen amigo con más experiencia como guía o profesor. Esto a excepción de contadas ocasiones, no solo retrasa el aprendizaje sino que puede llevar al abandono del mismo o en el peor de los casos con lesiones graves.

¿Cómo deberíamos de hacer la transición del esquí alpino a un esquí más aventurero o de montaña?

Mi consejo particular y me reitero en lo de particular, porque cada uno es libre de hacerlo de la manera que considere que más le conviene o apetece, es trabajando una gran parte del desarrollo de la técnica en pistas tratadas y a ser posible de las mano de un profesional explicándole claramente cual es nuestro objetivo final. Independientemente de con el material que queramos realizar dicha transición, es fundamental ser capaces de realizar una serie de ejercicios terminados de la técnica del esquí alpino en pistas, antes de adentrarnos en el mundo de lo desconocido ya no solo por la inclinación de las pistas, sino por los tipos de nieve que nos podemos encontrar y saber que tipo de virajes son los más idóneos para disfrutar.

Saber realizar con soltura y una técnica correcta ejercimos como lo son la cuña, los giros en cuña, el derrapaje o diferentes tipos de virajes tanto simultáneos como alternativos, son una parte imprescindible para realizar una transición adecuada. Si ademas nuestro objetivo es el de poder realizar alguna competición de esquí de montaña, tendremos que tener muy presente que por muy rápido que seamos capaces de subir, si no sabemos como bajar el esfuerzo de las bajadas puede echar por tierra todas mis esperanzas de lograr un buen resultado.

En futuras entradas del blog os iré explicando algunos de los diferentes ejercicios y virajes con profundidad, para que todos podáis ir progresando en este precioso deporte, hasta entonces un saludo y practicar mucho que la nieve es de temporada y nunca esta de oferta.